Hola, compita! ¿Cómo estás? Te escribe Claudio, co-creador en la dream machine. Bienvenidx a una nueva edición de nuestro newsletter, un espacio para proyectos, filosofías y experiencias web3.
Hablando de “solarpunk”, la semana pasada volví a escuchar el primer capítulo de “Lunarpunk Dreams”, pódcast done Stephen Reid, científico, tecnólogo y profesor web3, entrevista a Vince Horn, meditador de toda la vida y fundador de “Buddhist Geeks”.
Es una conversa que va desde los fundamentos solarpunk, las versiones maduras que imaginan de, qué es el “Lunarpunk” y la necesidad de introducir las psicotecnologías y web3.
Budismo y blockchain puede sonar un poco forzado, fuera de lugar, pero el caso que arma Vince Horn –¡es la atención, maldita, la maldita atención!– vale la pena explorar.
Nos vemos al final!
¿Te imaginas lo bonito que sería tener vidrieras por todas partes que fueran en realidad paneles solares? La tecnología ya va en esa dirección. ¿O qué tal unos sombreros de ala ancha o unas sombrillas con una discreta tecnología de paneles solares incorporada al diseño, con puertos en los que se pueda conectar el cargador del teléfono?
Escribía Miss Olivia Louise en 2014 al describir solarpunk.
Si googleas “solarpunk” y checas las imágenes, vas a encontrar ciudades que responden perfectamente al imaginario de Miss Olivia Louise. Edificios altísimos, cubiertos de vidrieras que probablemente sean paneles solares, envueltos entre enredaderas, cultivos y paisajes verdes, acuáticos, soñados. Ciudades que florecen en simbiosis con la naturaleza, más que imponiéndose sobre ella. Son imaginarios abiertos, verdes, ecológicos, sustentables, optimistas, que muestran la superficie que brilla bajo la luz del sol.
¿Pero qué pasa cuando cae la noche en las ciudades/comunidades solarpunk?, se pregunta Stephen Reid en la introducción de “Lunarpunk Dreams”.
La pregunta es más metafórica que literal. Si lo solar representa el día, la luz y la realidad como la vemos allá afuera, externa y objetiva, como las imágenes en Google, Reid aprovecha lo lunar para representar la noche, la mitad oscura del ciclo, que la dedicamos al descanso, a la vida en comunidad, a los rituales, la introspección, los sueños y las realidades subjetivas.
La propuesta de Lunarpunk Dreams es “abrir espacios a lo raro, lo místico y lo personal: ¿Quiénes tenemos que ser, y de qué manera tenemos que crecer, para dar paso a un futuro Solarpunk?”. Parece el concepto perfecto para hablar de “psicotecnologías” en la web3.
Psicotecnologías: “Una forma estandarizada de procesar la información, que mejora y potencia la cognición al unir los cerebros”, según John Vervaeke, neurocientífico de la Universidad de Toronto, y creador de “Awakening from the Meaning Crisis”, serie donde las explica en profundidad. Técnicas de respiración, meditación, hipnosis, ayunos, psicodélicos y anda a saber tú cuáles otras.
El primer y único capítulo del pódcast, por el momento, fue una conversa con Vince Horn, meditador y fundador de “Buddhist Geeks”, como decía más arriba, y seleccionado por la revista Wired UK en la “Smart List: 50 people who will change the world”.
¿Cómo crecer para avanzar hacia futuros Solarpunk? Vince habló del budismo y la meditación como psicotecnología/filosofía idóneas. Puede sonar forzado, pero lo hizo en un sentido muy práctico.
Práctico porque en la web3, dice, un ecosistema que vive 24/7 de millones de tweets, spaces y canales en Discord, cada uno rabbit holes interminables, infestado por notificaciones, publicidades y algoritmos diseñados para robarte la atención, la meditación trabaja los límites, la disciplina y la soberanía personal justamente desde la atención.
Me hizo mucho sentido la idea escribiendo este newsletter. Lo que me ha costado sacarlo adelante: en el camino, terminé en entrevistas post-partido Liverpool-Sevilla, en un spaces de Goldfinch hablando de iniciativas DeFi en LATAM, en videos de misiles ucranianos reventando tanques rusos. Contenido que sí, me interesa, pero no ahora, cuando necesito dejar las distracciones y escribir.
En lo personal, un amigo me introdujo a la meditación antes de un viaje en bicicleta que hicimos hace más menos tres años, ya. Empecé a practicar gracias a él, pero siempre muy esporádicamente, cuando el secreto, me dijo, es darle aunque sea un poquito todos los días. Luego descubrí “Waking up”, la aplicación de Sam Harris, donde completé el curso de introducción y estuve dándole religiosamente todos los días, hasta que ups, nunca más.
Mirando para atrás, efectivamente aprendí kilos sobre atención, soberanía, disciplina y agencia personal, para volver a Jordan Hall. De ahí que me resuena muchísimo lo de navegar la web3 con perspectiva de meditación. Pero el dilema, en mi caso, dilema que probablemente exploraré con las “meditaciones sociales” que recomienda Vince Horn (prácticas en grupo, puntuadas con interacciones verbales), es cómo perseverar, cómo dar un paso para adelante y no devolverme dos hacia atrás.
Tengo una buena excusa: escribir –y enviar a tiempo el próximo jueves– el siguiente newsletter concentrándome en la atención.
Meditar fue una de las psicotecnologías con las que experimenté, pero escribir un diario todos los días la más. Nada como sentarse con un café caliente, con el pelo todavía mojado, aunque sean 10 minutos antes de trabajar, a tirar al papel lo que sea que aparezca. Un sueño, una idea, la lista de tareas, la angustia, pena, felicidad, amor que me arrastra. Probablemente la psicotecnología que me mantuvo a flote durante la pandemia. Mal que mal, la invención de la escritura en la Revolución Axial, cuenta Vervaeke, es la psicotecnología que marcó un antes y un después a nivel neurocientífico.
También experimento con duchas heladas, microdosis de psilocibina, caminatas, trotes largos y sesiones de respiración, aunque la última hace mucho tiempo que no.
Se me hizo irme en la personal porque si la propuesta “Lunarpunk” es hablar de los rituales y las realidades internas porque, en una cultura históricamente obsesionada con la realidad externa, como dice Vince Horn, habría que partir por casa, ¿no?
La gracia de hablar de la meditación y otras psicotecnologías, añade, es que son de código abierto: están para ser adaptadas, remixeadas y hackeadas, a nivel individual y colectivo, para avanzar hacia futuros solarpunk. Y la web3, también de código abierto, tiene todo el potencial para ayudarlas a mutar y escalar.
Y tú, ¿cuáles son tus psicotecnologías, tus rituales, tus sueños? ¿Qué haces cuando cae la noche? A ver si nos ponemos un poquito Lunarpunk en la dream machine!