W3IS en LATAM: ODS #4, Educación de Calidad
Tipo de proyectos, línea de tiempo, países de origen, países de alcance y brecha digital en proyectos educativos de la Web3 con Impacto Social en LATAM.
Hola compitas,
Claudio por acá, cofundador de La Dream Machine.
En la edición de hoy haremos un zoom a los proyectos web3 que clasificamos en el cuarto Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS), Educación de Calidad. Es el ODS en el que clasificamos a casi la mitad de los proyectos en nuestra base de datos, y un área de vital importancia para el desarrollo de las tecnologías blockchain en la región.
En esto último coinciden prácticamente todas las partes. Podemos tener las tecnologías más desarrolladas y las aplicaciones más novedosas, pero si no nos concentramos en la educación no llegaremos a ningún lado. Coinciden outsiders, insiders y las académicas que investigan la web3 en la región.
¿Qué tendencias descubrimos entre los 43 proyectos educativos en la Web3 con Impacto Social en LATAM?
Hoy vamos con contexto, estadísticas, ejemplos, gráficos e hipótesis a explorar. El newsletter es demasiado largo para el correo, así que recomendamos abrirlo directamente en Substack para el detalle. Pero en síntesis, la data se ve así:
Perfil de los proyectos: comunidades de aprendizaje, de creación de contenido y eventos en terreno.
~90% de los proyectos nacieron a partir de 2020
~80% son nativos digitales y tienen alcance LATAM
~70% de los proyectos fueron fundados por argentinxs y mexicanxs
Educación de Calidad
Para la ONU, dentro de Educación de Calidad caben todos aquellos proyectos enfocados en “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”.
En concreto, algunos de los objetivos de este ODS para 2030 son asegurar el acceso igualitario a instituciones educativas –primarias, secundarias, técnicas, universitarias, etc–, aumentar la alfabetización a niveles que abran las puertas de la inserción laboral, eliminar las disparidades de género y aumentar el conocimiento teórico y práctico sobre derechos humanos, desarrollo sostenible y diversidad cultural.
En esto las tecnologías juegan un papel fundamental. “Los jóvenes”, decía la CEPAL en 2019, meses antes de la pandemia, “deben tener la posibilidad de desarrollar actividades en el ámbito de la educación formal e informal con alta inclusión de tecnologías que reduzcan las desigualdades de acceso”.
Aquí podrían entrar las tecnologías blockchain. Ya sea en su vertiente financiera (criptomonedas, finanzas descentralizadas, etc.), como herramienta contra la corrupción en instituciones públicas o en su capítulo social –el foco de esta investigación–, es esencial la educación.
Una de las conclusiones de la investigación académica que analizó el nivel de preparación en América Latina para la introducción de tecnologías blockchain en políticas públicas es categórica en este sentido. Publicada en enero de 2022, las autoras concluyeron que las tecnologías blockchain son, efectivamente, una “herramienta para reducir las ineficiencias que abren lugar a vulnerabilidades que resultan en corrupción, pero no representan una solución a esa corrupción per se”. Lo que más se necesitará en los próximos 10 años, agregan, será educación, tanto a nivel de políticxs, representantes y público en general.
Los datos que levantamos durante la primera etapa de esta investigación apuntan justamente a los esfuerzos en el área educativa. De los 94 proyectos Web3 con Impacto Social en LATAM que identificamos, 43 los clasificamos en el ODS #4, Educación de Calidad. En otras palabras, un 45% aproximadamente, o casi la mitad.
Tipo de Proyectos
A nivel general, identificamos tres tipos de proyectos educativos: aquellos enfocados en la creación de contenido, comunidades de aprendizaje y cursos.
En el grupo dedicado a la creación de contenido, nos referimos a proyectos como Bankless DAO en español, que publica un newsletter y un podcast enfocado en finanzas descentralizadas; como DeSci Report, con su newsletter sobre ciencias descentralizadas; como Espacio Cripto, el pódcast más escuchado de criptomonedas en LATAM; como Cryptoversidad, un canal de Youtube con cápsulas para explicar conceptos fundamentales en la web3; o proyectos como Blockchain Press Club, que realizó una temporada de Twitter Spaces y eventos en terreno (in real life) para introducir cruces entre periodismo y web3.
También incluimos proyectos como Urbánika y Nueva Filosofía Tecnológica, que efectivamente hablan de web3, pero a través de conceptos/filosofías expandibles a tecnologías más allá del blockchain, y en distintos formatos. Urbánika, por ejemplo, profundiza en temas como bienes públicos y la estética solarpunk en formato realidad virtual. Nueva Filosofía Tecnológica, por su parte, ha publicado una trilogía de ensayos en colaboración con el Centro Cultural Digital de México.
Con comunidades de aprendizaje, nos referimos a proyectos que, además de generar contenido, se esfuerzan en construir grupos más “íntimos” de aprendizaje compartido. Por ejemplo, FUTURX, una comunidad de aprendizaje sobre cruces entre web3 e industria musical. Además del contenido gratuito que generan en redes sociales y los eventos/conferencias en las que suelen participar, una membresía mensual abre decenas de canales en Discord en privado para compartir información en comunidad, da acceso a conversaciones periódicas con líderes en el área, exclusivas para la comunidad, y la oportunidad de colaborar en la elaboración de la primera Base de Datos y reporte NFTs de música en LATAM, impulsada en conjunto con Water & Music.
Boske también cabe en esta categoría. Esta comunidad, nacida en Argentina y activa durante 2021, principalmente, abrió un canal en Discord del que nacieron distintos grupos de estudio para estudiar programación en Ethereum, digital currencies, web3 con impacto social y más. Periódicamente, cada grupo se reunía en base a la exposición de un tema en particular, usualmente presentaciones preparadas por un miembro del grupo o algún invitadx, material que todavía está disponible en Youtube.
Otros ejemplo es Resiliente, comunidad de aprendizaje gratuita de la que nació Speezard, una “pre-aceleradora de start-ups relacionadas a Crypto/Web3”.
Por último, en la categoría cursos caben proyectos que ofrecen cursos, tutorías o mentorías a público en general, sobre temas que van desde lo más básico de las tecnologías blockchain (fundamentales de la criptografía, criptomonedas, Ethereum, NFTs, etc.) hasta programación en Solidity, el código nativo de la Ethereum Virtual Machine, blockchains en particular y herramientas web3 para levantar una DAO. Existen cursos gratuitos y pagos. Hemos identificado que, cuando se trata de bloques fundamentales, muchos cursos los publican gratuitamente, pero cuando se complejizan los temas comienzan a ser pagos.
Dao Education, con un foco práctico además de teórico, es un ejemplo. Hashi, Platzi Cryptocositas y Colledge (ex Blochcain Academy Chile), en el que profundizaremos en la siguiente sección, son otros.
La última distinción que hacemos son los e-cursos (hosteados en plataformas digitales) y aquellos en terreno, o in real life para ocupar la jerga blockchain. Como veremos más adelante, la gran mayoría son virtuales, lo que invita a preguntarse por la brecha digital presente en las iniciativas educativas en la web3.
Ahora bien, puede resultar artificial y contraproducente asignar una categoría específica a cada proyecto. Muchas veces el mismo proyecto está creando contenido y organizando cursos pagos en paralelo, como es el caso de Colledge, o levantando una comunidad de aprendizaje sustentada por el contenido que generan, como es el caso de Boske, o raelizando cursos virtuales y en terreno, como es el caso de Blockchain Press Club. Las categorías son útiles para clasificar y ordenar las cosas, pero muchas veces son frágiles y redundantes cuando se miran en detalle.
Fecha de Origen
Al observar la fecha de origen de los proyectos, vemos que si bien los primeros proyectos nacieron en 2018 y 2019, el “boom” de proyectos educativos comenzó en 2020, se intensificó en 2021 y continuó en 2022.
De los 94 proyectos identificados, Blockdemy es el de más antigüedad. Fundado en febrero de 2018 por un equipo mexicano, es una academia paga que ofrece cursos sobre NFTs para principiantes, fundamentos legales en blockchain, bootcamps de programación, modelo de negocios y más. En su página web aseguran que han egresado más de 4 mil personas de sus cursos, provenientes de 10+ países. Es, además, el único proyecto fundado en ese año.
A Blockdemy le siguió Blockchain Academy Chile en 2019. Se trata de una academia web3 enfocada al público chileno, aunque no exclusivamente. Hoy ofrece cursos básicos gratuitos, talleres on demand, hackatones y cursos de especialización, entre otras cosas. A mediados de 2022 anunció que cambiaban de nombre a Colledge.
En 2020 se fundaron 9 proyectos educativos. Espacio Cripto, FUTURX, DeFi LATAM y DAO Education entre ellos. Este año coincide con dos eventos históricos relevantes. La pandemia y sus cuarentenas, que contribuyó a la catalización de la digitalización en la región y ha sido destacado como el momento de ingreso a la web3 por distintas personas, y el DeFi Summer, que gatilló un alza masiva de adopción.
El DeFi Summer refiere al momento en que el Total Value Locked en Finanzas Descentralizadas, es decir, el valor total de activos bloqueados en contratos inteligentes de protocolos DeFi como Compound y Balancer, superó el billón de dólares por primera vez en febrero de 2020. Hacia fines de año, el TVL alcanzó los 15 billones de dólares, lo que coincide con un aumento sustancial de nuevos usuarios al ecosistema de tecnologías blockchain.
En 2021 se fundaron 17 proyectos educativos, casi el doble que en 2020. En esta “camada”, la más grande a la fecha, nacieron proyectos como Cryptoversidad, Urbánika, Hashi, Boske y Nueva Filosofía Tecnológica, entre otros. Este año coincide con el DeFi Summer 2.0, marcado por el “boom” de los NFTs, época en la que los NFTs comenzaron a invadir las redes sociales y las portadas de los medios de comunicación. Cabe recordar que el Caballo de Troya que posicionó a los NFTs en el mainstream fue su aplicación al mercado de las artes, con Everydays: The First 5000 Days, obra de Beeple, como la cabeza de la hidra.
Volviendo a la línea de tiempo general, es interesante observar que un 90% de los proyectos clasificados en Educación de Calidad fueron fundados a partir de 2020.
Ahora bien, todavía es pronto para hablar de alguna causalidad entre la pandemia, el DeFi Summer, el boom de los NFTs y el “boom” de proyectos web3 educativos en LATAM. Es una arista que abordaremos en los siguientes meses de la investigación.
País de Origen
Al observar el país de origen de sus fundadores, vemos que casi un 75% provienen de Argentina y México.
Ya lo comentábamos anteriormente, pero por datos como este es que decimos que argentinxs y mexicanos son las “superpotencias” de la web3 en la región.
De Argentina provienen casi el 43% de los proyectos. FUTURX, Boske, DeSci Report, DeFi LATAM y Resiliente, entre ellos.
De México el 30% restante. Urbánika, Cryptoversidad y Nueva Filosofía Tecnológica, entre ellos.
¿Qué hace a Argentina y México las “superpotencias” de la web3 en LATAM? ¿Qué características políticas, económicas y sociales hacen “especial” a cada país?
Si bien hay luces que hablan sobre cada país, en este tipo de preguntas profundizaremos en la siguiente etapa de la investigación.
País de Alcance
Al intentar identificar los países específicos donde fueron “consumidos” los newsletters y pódcasts de cada proyecto, fue virtualmente imposible asignar uno específico por proyecto. Por el contrario, descubrimos que casi un 85% de los proyectos educativos tiene alcance LATAM.
Esto se debe a la naturaleza misma de los proyectos. Como son pódcasts, newsletters, cursos o comunidades de aprendizaje nativos digitales, es decir, que siempre fueron diseñados para habitar en redes sociales (Twitter, Instagram, Discord, otros) y plataformas de streaming (Spotify, Youtube, Substack, otros), pueden ser accedidos virtualmente desde toda la región.
Brecha digital
Una pregunta importante que nos hicimos al mirar la data y observar que la abrumante mayoría de proyectos en Educación de Calidad son nativos digitales, es por la brecha digital: “cualquier distribución desigual en el acceso, en el uso, o en el impacto de las tecnologías de la información y la comunicación entre grupos sociales”.
Podemos abordar la brecha digital en dos partes. Desde el acceso a internet y desde los conocimientos técnicos que requieren las tecnologías blockchain.
“Cuando se habla de revolución digital y la infinidad de aplicaciones de la tecnología, debería considerarse el tema del acceso a Internet”, decía la CEPAL en su informe publicado en 2019 sobre el ODS #4, Educación de Calidad. Otro informe, del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Microsoft publicado a fines de 2021, asegura que un 32% de la población en América Latina y el Caribe no tiene acceso a internet (244 millones de personas).
La pregunta que sigue es qué porción del 70% de latinxs que sí tiene acceso a internet tiene el tiempo para estar enchufado al crypto Twitter, sabe cómo ocupar un Discord o, peor aún, sabe cómo realizar una transacción en blockchain, mintear un NFT o votar en una DAO.
¿De qué grupo social son las personas que cumplen estos requisitos? ¿Qué pasa con los grupos sociales que no? ¿Cómo aborda la web3, con y sin impacto social, la brecha digital? ¿Cómo educar más allá de la esfera digital?
Un proyecto que puede dar luces en esta dirección es Proof of Integrity, que busca educar en terreno sobre “los beneficios de la tecnología blockchain a los sectores económicamente vulnerables para generar una sociedad equitativa, inclusiva y sostenible”. Su primer programa educativo es #aprendoCripto, un ciclo de 4 talleres teóricos y prácticos dirigido a jóvenes en barrios pobres en Argentina. El proyecto pronosticaba 8 ediciones del taller antes de fin de año. Las primeras fueron en el Barrio Mugíca (ex-Villa 31) y en el Barrio 20 de Villa Lugano, en Buenos Aires. En octubre de 2022 recibió un grant de la Ethereum Foundation, y fue el proyecto que más donaciones recibió en la ronda de financiamiento cuadrático liderada por Ethereum Colombia en noviembre de 2022.
Conclusiones preliminares
Al mirar el capítulo Educación de Calidad, lo primero a relevar es la proporción de proyectos en esta área. Casi la mitad del total de proyectos identificados en la primera etapa de la investigación (43 de 94). Lo que coincide, de alguna manera, con la vital importancia que tendrá la educación para la adopción de las tecnologías blockchain señalada por las Naciones Unidas, la CEPAL, las investigaciones académicas y lxs insiders del ecosistema web3 con quienes ya hemos conversado. Sea en el mundo de las criptomonedas, las finanzas descentralizadas, las políticas públicas o el mundo del impacto social.
Luego, vale mencionar que la oferta de contenido educativo asoma diversa en formatos y temáticas que exploran las comunidades de aprendizaje, los cursos (gratuitos y pagos) y lxs creadores de contenido. Existen newsletters, pódcasts, Twitter Spaces, videos en youtube y realidad virtual. En cuanto a temáticas, van desde introducción de conceptos básicos de las tecnologías blockchain hasta programación en Solidity, protocolos específicos, legislación y regulaciones, contenido para periodistas y para la industria musical, entre otros.
En cuanto al origen de sus fundadores, observamos que tres de cada cuatro proyectos, provienen de Argentina y México, prácticamente, una tendencia fuerte en el capítulo Educación de Calidad. Esta tendencia –Argentina y México como las superpotencias de la web3 en LATAM–se repite en otros Objetivos de Desarrollo Sostenible, por lo que volveremos a ella en próximas entregas.
Ahora bien, notamos que la mayoría de estos proyectos son nativos digitales, por lo que su alcance no se reduce al país donde se fundó. La lectura que hacemos de esto es doble. Por un lado, el alcance del contenido educativo tiene el potencial para alcanzar toda la región. Pero por otra parte, la abrumadora dependencia del internet abre la pregunta de la brecha digital en la web3.
Vale recordar que la base de datos que levantamos y de la que extrajimos las estadísticas no es exhaustiva. Faltan proyectos por agregar (como por ejemplo CryptoConexión y Jaka Labs) e información que recolectar, además de las entrevistas con cofundadores para continuar con el análisis cualitativo de la investigación.
Por último, agregar que nos llama la atención la proporción de contenido educativo de onboarding a la web3 versus el contenido en profundidad, investigativo y de “perspectiva crítica” sobre estas tecnologías. No tenemos estadísticas concretas por el momento (algo a intentar durante las siguientes etapas de la investigación), pero manejamos la hipótesis de que este tipo de contenido es menor en LATAM y muchas veces pago. Si bien existen propuestas en esa línea, notamos una falta de cuestionamientos a las dinámicas políticas, económicas y sociales dentro de la web3, además de sus falencias tecnológicas. Y si el objetivo de este ODS es educar con calidad, son necesarias las voces que cuestionen estas tecnologías para generar verdadero valor, confianza y comprensión.
En los próximos días abordaremos en detalle los siguientes Objetivos de Desarrollo Sostenible con mayor cantidad de proyectos en la región: Igualdad de Género e Industria, Innovación e Infraestructura, cada uno con 12 proyectos respectivamente.
Nos vemos en algún lugar,
Claudio 👽